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EL POUM

Folleto del POUM, 1936 

XXVI Gobiernos 

Partidos Políticos 

Carteles República 

Andrés Nin Pérez (1892 - 1937)
Andrés Nin Pérez

Julián 'Gorkin' Gómez García (1901 - 1987)
Julián 'Gorkin' Gómez García

Joaquín Maurín Juliá (1896 - 1973)
Joaquín Maurín Juliá

ANTECEDENTES POLÍTICOS DEL POUM ---------------------------------------------------------------------------------------

· El BOC (Bloque Obrero y Campesino) se fundó en Tarrasa el uno de marzo de 1931, como resultado de la fusión del Partit Comunista Catalá y de la Federación Catalano-Balear del PCE (FCCB).

 El Partit Comunista Catalá estaba formado por militantes procedentes del sindicalismo revolucionario y del catalanismo radical, entre los militantes se encontraban, Víctor Colomer, Joan Farré Gassó, Josep Rodes y Josep Coll.

 La FCCB (Federación Catalano-Balear del PCE) tenía como dirigente a Joaquín Maurín Juliá. Sus dirigentes más destacados procedían del movimiento anarcosindicalista, en donde habían asumido importantes responsabilidades.
Con la formación del BOC, la FCCB rompió con el PCE, que se encontraba inmerso en una gran crisis.

El BOC introdujo el marxismo en un movimiento obrero en el que hasta entonces había predominado el anarcosindicalismo, y en poco más de dos años se convirtió en el primer partido obrero de Cataluña.
Arraigado en el movimiento sindical, creó la organización campesina de la 'Unión Agraria de Lérida' y el movimiento revolucionario 'La Juventud Comunista Ibérica'.
 

· La IC (Izquierda Comunista) se fundó en 1930 dentro del PCE, a partir de la plataforma de la oposición rusa creada por Trotsky, estaba formada por personas relevantes, tales como, Andrés Nin Pérez, Juan Andrade Rodríguez, Luis García Palacios, José Loredo Aparicio, y tantos otros.
Aunque la IC influyó decisivamente en el movimiento obrero, durante mucho tiempo fue vista como un grupo opositor al PCE, y no como grupo político independiente. Sufrió una gran represión del gobierno republicano, en mayo de 1932 varios de sus militantes fueron detenidos.

Después del golpe del general Sanjurjo, la IC exigió el fusilamiento de Sanjurjo y los jefes monárquicos, la expulsión de las órdenes religiosas y la disolución de la Guardia Civil.

En las elecciones de noviembre de 1933, la IC en primera vuelta solicitó el voto para el PC, tras la victoria de la derecha, la IC lanzó una campaña por el Frente Único que se verá plasmada con la creación de Alianzas Obreras (AO).
Aunque la dirección del PSOE se negó a democratizar a las AO, permitió que la idea del Frente Único (unidad de las organizaciones obreras) tuviera una buena acogida en la sociedad.

Durante los primeros años de la República, el Bloque Obrero y Campesino (BOC) e Izquierda Comunista (IC) actuaron por separado, a pesar de que las diferencias que les separaban no eran importantes y que sus principales dirigentes (en el BOC: Joaquín Maurín, Pedro Bonet y Luis Portela; en la IC: Andrés Nin Pérez, Juan Andrade Rodríguez, Luis García Palacios) habían luchado juntos en la Revolución Rusa e introducido el marxismo en España.
Las Alianzas Obreras permitieron el encuentro del BOC y de la IC.

Durante 1934 la política de las organizaciones obreras giró con distintas concepciones alrededor de las AO y el Frente Único: impulsándolas desde el BOC e IC, con desprecio de la CNT, o con el rechazo del PCE.
Lo cierto es que las AO, sin estructura estatal y sin una clara estrategia revolucionaria, nunca se desarrollaron como órganos obreros de poder.

En los acontecimientos de octubre de 1934, con el apoyo de la CNT, la IC canalizó su actuación a través de las AO.
Militantes de la IC ocuparon en Asturias posiciones relevantes mientras que en Madrid intentaban impedir una acción del ejército.

En Cataluña, a pesar de que la CNT era una fuerza decisiva, la AO con una importante influencia de la IC, funcionaba como organismo de Frente Único.
La AO tenía la desconfianza de los militantes de la CNT, por ser el BOC uno de los partidos influyentes que formaban la AO, que contemplaba cada crisis anarquista una buena ocasión para fundar su propia central sindical.
El 5 de octubre de 1934, sin el concurso de la CNT, la AO catalana convocó una huelga general en Barcelona con mucho éxito, pero no supo orientar el movimiento, a causa de la inhibición de los anarcosindicalistas y de la capitulación de la Generalitat.
El mayor fracaso se produjo en Madrid y en otras ciudades importantes, cuando el PSOE como fuerza predominante, impidió la operatividad de las AO (Alianzas Obreras) locales.

Después del fracaso del movimiento de octubre de 1934, las organizaciones obreras iniciaron el análisis crítico de lo ocurrido.
El BOC, la IC, y las Juventudes Socialistas (JJSS) coinciden en las causas que conllevaron al fracaso: 'la presencia y la acción de una vanguardia revolucionaria real'.
El BOC defendía replantear una nueva estrategia política, centrándose en objetivos precisos: <a> Unidad Política: Un único partido socialista revolucionario. <b> Unidad de acción: Alianza Obrera. <c> Unidad sindical: Una única central sindical.

En 1935 las cuestiones planteadas por el BOC y la IC profundizaron en el movimiento obrero, abriéndose en todo el país un proceso de unificación.
Las Juventudes Socialistas (JJSS) y las Juventudes Comunistas (JJCC) se unificaron en las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU), bajo la dependencia ideológica del stalinismo.
Las JSU abandonaron la influencia del PSOE y se aproximaron al PC.
Las dos principales tendencias de la CNT, se unieron en el Congreso de Zaragoza.

EL POUM -------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Las organizaciones políticas de Cataluña al analizar el desastre del movimiento de octubre de 1934, se dividieron en dos bloques diferenciados:

    
¨ Los que se acercaban ideológicamente al stalinismo ( El PC de Cataluña, la Federación Catalana del PSOE, la Unió Socialista de Cataluña y el Partit Catalá Proletarí), partidarios de integrarse en un bloque demarcado en Cataluña.
En julio de 1936 se unificaron en el PSUC (Partido Socialista Unificado de Cataluña), defensores de una ideología stalinista como las JSU (Juventudes Socialistas Unificadas), que en poco tiempo se adhirieron a la Internacional Comunista.

    ¨ Los que solicitaban el marxismo revolucionario (Bloque Obrero y Campesino y la Izquierda Comunista), que poseían militantes y simpatizantes en muchas regiones de España, partidarios de integrarse en una organización nacional.
El 29 de septiembre de 1935 fundaron el Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM)

El POUM queriendo transformar la sociedad, superando la impotencia de la burguesía para realizar las tareas que España necesitaba, y colocando al proletariado en condiciones de realizarlo, se marcó tres objetivos concretos:

   <a> Unidad obrera, impulsando la estrategia de la AO hasta su última finalidad.

   <b> Unidad sindical, impulsando la unificación de la CNT, UGT, y otros sindicatos                    autónomos.

   <c> Unidad de los marxistas revolucionarios en un único partido.

El POUM surgió con gran fuerza, convirtiéndose en el primer partido obrero de Cataluña, y se fue extendiendo con rapidez por España con las bases que tenía en Asturias, Andalucía, Extremadura, Madrid y Valencia.
La Juventud Comunista Ibérica, organización juvenil del POUM, fuerte en Cataluña y Levante, también tuvo un fuerte ascenso.
 

Manifestación POUM

En enero de 1936 el POUM firmó el pacto electoral del Frente Popular español, contribuyendo a su victoria en las elecciones de febrero, abriendo una nueva etapa política.

Cuando en julio de 1936 estallaba la guerra civil española, el POUM seguía siendo, como en sus orígenes, una pequeña organización marxista revolucionaria.
Liderada por dos intelectuales de prestigio - Joaquín Maurín y Andrés Nin -, con una importante presencia en Cataluña y con núcleos militantes por Valencia, Asturias, Extremadura, Andalucía, Santander, Galicia y el País Vasco.
Mientras que en Cataluña y Valencia la mayoría de los militantes procedían del BOC de Joaquín Maurín, en el resto del Estado procedían sobre todo de la IC de Andrés Nin.

A escala internacional, el POUM se mantuvo distanciado de las grandes internacionales obreras, y después de que IC hubiese roto con Trotski y con el trotskismo después de una dura polémica iniciada en 1932, se unió al Comité Internacional por la Unidad Socialista Internacional (con sede en Londres), que agrupaba a una serie de organizaciones socialistas independientes (entre otros, Independent Labour Party británico o el partido Obrero Socialista Revolucionario holandés), cuyo objetivo principal era reagrupar a todos los partidos marxistas desgajados de la socialdemocracia y del stalinismo que seguían manteniendo postulados revolucionarios en su actuación programática.

Cuando estalló la guerra civil, el POUM se encontraba en una fase de estructuración y organización interna.
Por otra parte, a las pocas semanas de iniciada la guerra, el POUM perdía a su secretario general, Joaquín Maurín, que había sido detenido en Aragón por la policía franquista cuando regresaba de una asamblea de militantes gallegos del POUM.

A pesar de todo, el POUM supo adaptarse a la nueva situación con los mismos planteamientos programáticos de su fundación.
Aseguró la unidad de las organizaciones obreras y antifascistas, participó en multitud de organismos que se formaron en la zona republicana, y se movilizó por todo el país contra la sublevación (entre otros sitios, Barcelona, Extremadura, Galicia, Lérida, Madrid, Oviedo y Valencia).
En Cataluña, donde tenía mayor arraigo, formó parte del Comité Central de Milicias Antifascistas de Cataluña (constituido el 21 de julio de 1936)

El POUM, como hiciera el resto de las organizaciones políticas y sindicales, creó sus propias milicias combatientes. La 'división Lenin', entre cuyos jefes militares destacó Josep Rovira, fue a combatir al frente de Aragón en los primeros días de la guerra.

El POUM respondiendo a su lógica revolucionaria, vio en las milicias obreras, un ejército proletariado basado en la igualdad entre sus componentes, opuesto al ejército convencional.

A principios de septiembre de 1936, tras la desaparición de Maurín, Andrés Nin se había convertido en el máximo dirigente del POUM.
La defensa intransigente de posiciones revolucionarias a lo largo de la guerra - coincidiendo con la CNT y la FAI - acarrearon al POUM bastantes problemas con el resto de organizaciones políticas antifascistas.

La euforia revolucionaria duró pocas semanas, se había creado una situación de doble poder, las instituciones republicanas y las instituciones revolucionarias.

Esta situación no beneficiaba a las fuerzas republicanas empeñadas en derrotar al fascismo en el campo de batalla.
Con la intención de regresar a la situación anterior al levantamiento militar, los republicanos, socialistas y comunistas hicieron una piña en común.

En un primer paso hacia la recomposición de la legalidad republicana, el 4 de septiembre de 1936, Largo Caballero incorporaba en la composición del XXIII gobierno republicano a socialistas, republicanos y comunistas; en el XXIV gobierno del 4 de noviembre de 1936 incorporaría también a ministros anarquistas.

Esta situación afectó directamente al POUM, que a pesar de defender que era un paso hacia adelante respecto al XXII gobierno republicano de José Giral, mantenía que la República seguía respondiendo como si no hubiera estallado la revolución. Para el POUM el único gobierno era una 'gobierno sin ministros, un gobierno puramente obrero'.

Cuando la cuestión se presentó en Cataluña a primeros de septiembre de 1936, el POUM manifestó que el nuevo gobierno de la Generalitat debía ser un gobierno obrero, fundamentado en la democracia proletaria sin exclusión de ninguna organización obrera, y con un programa socialista o de transición al socialismo.

Ante los acontecimientos, cuando la CNT y la FAI aceptaron formar parte de los gobiernos republicanos de Madrid y Barcelona, el Comité Central del POUM se vio abocado a cambiar de opinión el 15 de septiembre de 1936, imponiendo dos condiciones para formar parte del gobierno: La participación en él de la CNT y de la FAI, y el mantenimiento de un programa inequívocamente socialista.

El 26 de septiembre de 1936, Andrés Nin, en representación del POUM, entró a formar parte del gobierno de la Generalitat como Consejero de Justicia, siendo éste el único gobierno que durante la guerra estuvieron representadas todas las fuerzas políticas y sindicales antifascistas.
Cuando Andrés Nin tomó posesión de su cargo de Consejero de Justicia, declaró que '
Vengo a legalizar y recoger lo que han hecho las masas trabajadoras en la calle', y cuando dio cuenta de la creación de los "Tribunales Populares" para la represión del fascismo, manifestó que 'Ahora la Justicia esta al servicio de la clase trabajadora revolucionaria, el nuevo Tribunal Popular tiene como obligación primordial garantizar la integridad de las conquistas proletarias'.

La presencia del POUM en el gobierno catalán era una garantía para el mantenimiento de la revolución, manteniendo una existencia legal, no se aislaban de las masas anarquistas, hegemónicas en Cataluña, y a las que esperaban influir con su política.

El POUM defendía un programa revolucionario intransigente, con una actitud muy crítica respecto a la Unión Soviética y Stalin. Estos hechos se habían puesto de relieve en agosto de 1936 cuando denunció públicamente los procesos realizados en Moscú contra la vieja guardia bolchevique, o cuando crítico a Stalin por haber retrasado su ayuda a la República tras haber firmado el Pacto de No Intervención.

El POUM, a la izquierda del comunismo oficial del PCE y del PSUC, competía con éstos para ocupar el mismo espacio político.
Este hecho abrió una campaña del comunismo oficial del PCE y PSUC, que se estaban convirtiendo en los artífices de la reconstrucción de las instituciones republicanas, acusando al POUM de traición y de ultraizquierdismo.
Por otro lado, Trotski acusó también al POUM (en especial a Nin y a Andrade) de haber traicionado a la clase obrera participando en un gobierno burgués
.

Desde el 7 de octubre de 1936 se inició una campaña contra el POUM, bien desde el gobierno soviético donde se decía que 'los trotskistas españoles intentaban romper al Frente Popular; sembrando la desconfianza hacia el Gobierno', o desde Madrid, donde el local de la Juventud Comunista Ibérica fue asaltado por militantes de las Juventudes Socialistas Unificadas.
La campaña del PCE y PSUC fue determinante para el futuro del POUM, a mediados de diciembre de 1936 se excluyó a Nin del gobierno de la Generalitat.

 A principios de enero de 1937, después de ser excluido de la Generalitat, el POUM se manifestó partidario de los comités obreros, campesinos y combatientes, y de la constitución de una asamblea constituyente en dichos comités que debería sustituir a los Parlamentos de la República.

La campaña contra el POUM se fue agudizando, en febrero de 1937 era incautada 'Radio POUM' en Madrid, mientras el diario 'El Combatiente Rojo' fue suspendido.

Entre los días 3 y 7 de mayo de 1937 estalló una 'guerra catalana' en plena guerra civil, Generalitat, republicanos y PSUC enfrentados contra militantes de la CNT - FAI y del POUM. Se ha escrito mucho sobre estos acontecimientos, las interpretaciones varían según la ideología política.
Para la Generalitat, republicanos y PSUC se trató de un putsch anarcotrokskista destinado a desestabilizar a la República.
Para la CNT - FAI y el POUM se trató de una maniobra para paralizar la revolución, acabar con el predominio de la CNT y eliminar al POUM.

Sin entrar en ninguna valoración, lo cierto es que esos días fueron la culminación de un proceso de divergencias y enfrentamientos iniciados a principios de 1937.

El POUM intentó negociar con la CNT la creación de un organismo común que dirigiese la lucha, con el objeto de reconquistar el poder para la clase obrera.
La tentativa se fue al traste con la negativa de algunos importantes cenetistas y la llegada a Barcelona de dos ministros de Largo Caballero (Federica Montseny Mané y Juan García Oliver) que apelaron por la calma y la vuelta al trabajo.

Indiscutiblemente los hechos acaecidos en mayo representaron una evolución política importante, con la caída del gobierno de Largo Caballero abandonan el gobierno los cenetistas, y el 17 de mayo de 1937 se formó el XXV gobierno republicano de Juan Negrín López, que tomó progresivamente el control político de Cataluña.
La formación del gabinete de Juan Negrín supondría la liquidación del POUM como partido legal.
El PCE y el PSUC con el objetivo exigir la disolución del POUM, le presentaron como un partido fascista, acusándole de ser el único responsable de los acontecimientos ocurridos en el mayo barcelonés.

'La Batalla' (periódico del POUM) es clausurado el 28 de mayo de 1937, aunque posteriormente aparecería clandestinamente.

El 15 de junio de 1937 el gobierno republicano decretaba la disolución del POUM y al día siguiente su Comité Ejecutivo era detenido en Barcelona, después siguió la disolución de la XXIX División militar del Frente de Aragón (formada por militares poumistas), la exclusión del POUM de los ayuntamientos catalanes, la clausura su abundante prensa, y la detención de muchos de sus militantes.

Andrés Nin, máximo dirigente del POUM

Uno de los episodios más controvertidos de la sistemática represión del POUM fue la desaparición de su máximo dirigente Andrés Nin.

Según la versión ofrecida por el ministro comunista Jesús Hernández Tomás, el poumista Andrés Nin fue secuestrado y trasladado a una cárcel secreta de la GPU (policía stalinista dirigida por Orlov), cerca de Alcalá de Henares, con objeto de arrancarle una confesión inculpatoria contra sus compañeros. Ante el fracaso de su empeño, para evitar que se descubriese, Nin había sido asesinado.

La noticia del asesinato de Andrés Nin se extendió como un reguero a partir de julio de 1937, sin que dieran ningún resultado las gestiones de Manuel Azaña (Presidente de la República), Manuel de Irujo (Ministro de Justicia) y Julián de Zugazagoitia (Ministro de Gobernación).

En octubre de 1938 el Comité Ejecutivo del POUM es juzgado por el Tribunal de Espionaje y Alta Traición de la República.
El Tribunal tuvo que desechar como falsas las pruebas fabricadas por el PCE y condenó a la dirección del POUM a penas entre 11 y 30 años de cárcel por '
querer suprimir la República democrática para instaurar un régimen según sus propias concepciones sociales'.

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