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Grado Aeronáutica |
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TUTANKAMÓN, REY DE EGIPTO (1336-1327 A.C.) |
El 4 de noviembre de 1922, el arqueólogo Howard Carter, bajo el patrocinio de Lord Carnarvon, descubrió en el Valle de los Reyes la tumba de un faraón desconocido de la XVIII dinastía. Howard Carter falleció sin recibir ningún reconocimiento público. El descubrimiento de la tumba de Tutankamón, cambió la historia de la Arqueología, no sólo en el método de trabajo, sino también en la emisión de permisos para excavar en Egipto. El hecho de haber quedado la tumba de Tutankamón por debajo de la tumba de Rameses VI, permitió que llegara intacta (aunque con señales de violación). La momia del joven faraón Tutankamón (Tut-Anj-Amon) es una de las más representativas del mundo egipcio. Tutankhamón fue el duodécimo rey de la XVIII dinastía egipcia, que accedió al trono tras la muerte de Akhenatón (Amenofis IV), al estar casado con una de las hijas de aquel rey y de su esposa Nefertiti. En la actualidad se argumenta, de acuerdo con estudios serológicos y osteológicos, que Tutankamón fue hijo de Amenofis IV y de Kiya, la cual murió al darle a luz. A la muerte del "faraón hereje", Tutankamón (se hizo llamar Tutankatón, con motivo de la religión amarniana) ocupó el trono dado su matrimonio con Ankhesenpaatón, hija de Akhenatón y, por tanto, hermanastra suya. Se desconoce como volvió a la disciplina del culto a Amón, tomando como nombre de coronación el de Nebkheperure. De su corto reinado (murió a los 19 años, y el poder lo alcanzo a los 9 años) no se sabe prácticamente nada. Se conoce el 'Decreto de Restauración' emitido en Menfis, autorizando la vuelta del culto a Amón (Estela de cuarcita hallada en Karnak, hoy en el Museo de El Cairo), y también parte de su política de construcciones (especialmente, en Luxor y Karnak). El corto reinado de Tutankamón estuvo controlado por el general Horemheb y por Ay, lugarteniente de los carros y "Padre del dios". También ejercieron gran influencia los visires Usermontu y Pentu, el tesorero Maya y el jefe militar Nakhtmin. |
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La inesperada muerte de Tutankamón sobrevenida, con muchas posibilidades, en Menfis, en donde radicaría la capitalidad del país, a causa de una caída o por la herida de un arma (algunos egiptólogos piensan que pudo morir violentamente), o también por una enfermedad, planteó serios problemas de sucesión. El rey no había dejado descendencia (aun cuando en su tumba fueron hallados dos cadáveres de recién nacidos). La viuda, llamada entonces Ankhesenamón, hubo de escribir al rey hitita Suppiluliumas I solicitándole a uno de sus hijos para casarse con él y trasmitirle así los derechos al trono egipcio. El príncipe hitita fue enviado a la Corte, siendo asesinado. |
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