Castro Urdiales, muy probablemente tiene su origen en el paleolítico superior, dan muestra de ello tres cuevas de arte rupestre (la cueva del Cuco con varios gravados de ciervos y otros animales; y las cuevas de Juan Gómez y la Lastrilla, en la vecina localidad de Sámano, con otros grabados y relieves).
Durante la conquista romana, la zona de Castro Urdiales formaba parte del territorio de los autrigones, situándose allí el 'Portus Samanum'.
Después de varios siglos de historia, Castro Urdiales resurge en 1613 a partir de la concesión por el rey Alfonso VIII de un privilegio fuero, medida luego extendida a otras villas de la costa cántabra. A esta época de esplendor corresponde el Castillo y la magnífica Iglesia gótica de Santa María.
En 1296 se constituye en Castro Urdiales la Hermandad de las Marismas, federación de los puertos más importantes de la costa cántabra y vasca.
Al final de la Edad Media, Castro Urdiales inicia su declive, debido a causas varias, entre otras la difícil comunicación con Castilla y la competencia comercial de otros puertos vecinos. Por otra parte, Castro Urdiales sufrió diversas pestes, saqueos e incendios, y se sumió en una profunda crisis de la que no resurgirá hasta el siglo XIX.
Castro Urdiales continuó integrando el Corregimiento de las Cuatro Villas de la Costa. Con la Guerra de la Independencia, en 1813, la villa quedó bañada de sangre, siendo incendiada por los franceses después de una prolongada resistencia heroica.
En la segunda mitad del siglo XIX, Castro Urdiales resurge a raíz de la explotación de ricos yacimientos de hierro en su entorno. |