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COMILLAS

Hallazgos arqueológicos (Cueva de la Meaza, Cuevas del Portillo, Cueva del Castillo y Mina Numa) en la costa cantábrica muestran la presencia humana desde tiempos prehistóricos, así como asentamientos romanos donde comenzó la explotación del cinc (actividad que continuo hasta el siglo XX) y la explotación de los bosques de Monte Corona, cuya madera se utilizaba para armar los barcos de la corona española.

El caso antiguo de Comillas se empieza a levantar en la época medieval, el rey castellano Alfonso VIII (1158-1214) ofrece privilegios, refuerza la economía y desarrolla un potencial naval en la costa cantábrica, a cambio de solicitar naves y hombres para la conquista de Andalucía y Murcia.

El rey castellano-leonés Fernando III 'El Santo' encarga en 1247 a Ramón de Bonifaz y Camargo (Rico hombre de Castilla, creador de la Marina Real de Castilla y Almirante de Castilla) la organización de una flota para reconquistar Sevilla. El asedio comenzó a primeros de agosto de 1247, finalmente el 23 de noviembre de 1248 el rey musulmán Axataf rindió la ciudad a los cristianos. El escudo de la villa de Comillas quedó inmortalizado en el ataque desde el Guadalquivir.

A principios del siglo XIV, Garcilaso I de la Vega, valido del rey castellano-gallego Alfonso XI, Adelantado Mayor y Justicia Mayor del Rey, construyó la Torre de la Vega para proteger el puerto de Comillas, además de potenciar el comercio marítimo frente a la cercana villa de San Vicente de la Barquera.

La villa de Comillas fue conocida en la Edad Media como la Villa de los Arzobispos, ya que en la villa nacieron el obispo de Ceuta y Sonora y los arzobispos de Lima, Guatemala y Burgos.

A finales del siglo XVII se comienza a construir el puerto, dando lugar al trueque con pueblos vecinos, con la problemática que no se podía vender la captura por los Fueros de San Vicente de la Barquera.

En 1831 un hijo de Comillas, Antonio López y López emigra a Santiago de Cuba donde prosperó con distintos negocios de transporte marítimo de harinas y comercio. A su regreso se instaló en Barcelona, donde fundó un negocio naviero, la Compañía de Antonio López y Cía, que paso a ser la Compañía Transatlántica Española.

La naviera comenzó a ser un aliado del Gobierno Español, en 1859 se presta para el traslado de los soldados en las Guerras de África, obteniendo beneficios económicos y la Gran Cruz de Isabel la Católica. En 1861 se encarga de la correspondencia ultramarina de España (con Cuba, Puerto Rico y Santo Domingo). Entre 1868-1878 transporta soldados en la Primera Guerra de la Independencia de Cuba, donde además de obtener beneficios económicos, su amigo el rey Alfonso XII le concedió el Marquesado de Comillas (1878) y la dignidad de Grande de España (1881).

Antonio López y López, como financiero, presidió el banco catalán de Crédito Mercantil (tenía 12000 acciones) y el Banco Hispano Colonial (1876), al que aportó 10.250.000 pesetas, un 13,7% de su capital inicial. Como empresario, tuvo plantaciones de tabaco en Cuba, creando después la Compañía General de Tabacos de Filipinas. Realizó inversiones con las empresas Ferrocarriles del Norte y Hullera Española.

En 1881-1882, el rey Alfonso XII estuvo en el mes de agosto en su casa de Comillas, hospedándose en la Casa Orejo, todavía no se había levantado el Palacio de Sobrellano.

El jesuita Tomás Gómez Carral, destinado a Loyola como administrador, en septiembre de 1881, se desplazó a San Sebastián donde veraneaba Antonio López y López, proponiéndole la financiación de un Seminario de pobres en Comillas. La propuesta fue aceptada por el industrial, proyecto que más tarde culminaría en la Universidad Pontificia de Comillas.

La presencia de Antonio López y López en la ciudad condal posibilitó que conociera a grandes artistas, encargando la ejecución de varias obras modernistas en Comillas (Palacio de Sobrellano, El Capricho, Universidad Pontificia) a artistas como Martorell, Domènech y Gaudí.

UNIVERSIDAD PONTIFICIA DE COMILLAS

La Universidad Pontificia de Comillas se inició como Seminario de San Antonio de Padua el 16 de diciembre de 1890, establecido por el Papa León XIII, a instancias del padre jesuita Tomás Gómez Carral, con el patrocinio de Antonio López y López, Primer Marqués de Comillas, y su hijo Claudio López Bru, Segundo Marqués de Comillas.

La actividad del Seminario fue aumentando, incorporando futuros sacerdotes de diócesis españolas y hispanoamericanas, agregando en 1882 el Seminario Mayor. El 19 de marzo de 1904, el Papa Pío X por Decreto Praeclaris honoris argumentas confiere al Seminario de San Antonio de Padua la facultad de expedir grados académicos en Filosofía, Teología y Derecho Canónico, convirtiéndose en Universidad Pontificia de Comillas.

Con el tiempo se fueron agregando nuevos edificios, el Seminario Menor (1912), el Colegio Máximo (1944) y el Colegio Hispanoamericano (1946). El Papa Pablo VI, el 24 de enero de 1969, autoriza el traslado de la Universidad Pontificia a Madrid, así como su apertura a la enseñanza de seglares.

La Universidad Pontificia de Comillas, con el levantamiento canónico, el 20 de junio de 1978 incorpora la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Industriales, la Escuela Universitaria de Ingeniería Técnica Industrial (ICAI) y la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales (ICADE). Por Real Decreto 1610/1979 de 4 de abril, el Estado español reconoció plenos efectos civiles a los estudios cursados en las Escuelas y Facultades anteriormente mencionados.
Posteriormente, la Universidad Pontificia ha ido incorporando centros de estudios e investigación, actualmente la componen dos Escuelas, cinco Facultades y seis Institutos.

Universidad Pontificia de Comillas, antiguo Seminario de Antonio de Padua, construido con el patrocinio de Antonio López y López

Panorámica de la entrada de la Universidad Pontificia de Comillas

Entrada de la Universidad Pontificia de Comillas

Entrada de la Universidad Pontificia de Comillas

Escudo de armas de la Universidad Pontificia de Comillas

El Palacio de Sobrellano fue mandado construir por Antonio López y López, I Marqués de Comillas, en el solar donde antaño se levantaban unas humildes casas en las que él pasó sus primeros años de vida. Con esta construcción cumplía no sólo su sueño de Indiano, sino que también le permitía tener un lugar adecuado donde alojar a su amigo el rey Alfonso XII. De hecho, será éste quien coloque la primera piedra en 1881.
El Palacio de Sobrellano fue construido por el arquitecto catalán Joan Martorell, acabando las obras en 1888. El edificio de planta rectangular y totalmente simétrico, de estilo neogótico con aires venecianos, en el interior posee muebles de Antonio Gaudí y pinturas de Eduardo Llorens, mientras que en el exterior lucen esculturas de Joan Roig. Mención especial merece el majestuoso salón del trono, en él, unos lienzos de Llorens Masdeu relatan cuatro etapas importantes de la vida del Marqués, quien muere a los 66 años sin ver la obra finalizada al igual que su gran amigo el rey Alfonso XII.

Palacio de Sobrellano. Junto al palacio, una hermosa capilla-panteón de estilo gótico perpendicular inglés con mobiliario de Gaudí y esculturas de Joan Roig, Venancio Vallmitjana, Josep Llimona y Agapit Vallmitjana.

Villa Quijano, conocido como El Capricho de Gaudí, fue financiado por Máximo Díaz de Quijano, concuñado del Marqués de Comillas, proyectado en 1883 por Antoni Gaudí i Cornet (que había sido ayudante de Joan Martorell en el Palacio de Sobrellano) y construido bajo la dirección de su ayudante el arquitecto Cristòfor Cascante i Colom.
Gaudí en la construcción del edificio 1883-1885, todavía no había adaptado un estilo arquitectónico dentro del Modernismo, muestra su fantasía combinando el estilo neomudéjar. El diseño se basa en una planta alargada (15 x 36 metros), sobre la que se construyen sótano, planta y desván, con una torre cilíndrica en forma de alminar persa, revestida de cerámica. El acceso presenta cuatro columnas y arcos adintelados con capiteles decorados.

Universidad Pontificia de Comillas, antiguo Seminario de Antonio de Padua, construido con el patrocinio de Antonio López y López