Econometría |
CUÉLLAR MEDIEVAL |
La villa de Cuéllar se encuentra situada en la provincia de Segovia, en Tierra de Pinares, a 60 km. de la capital de provincia. |
Fernando Ansúrez, Conde de Castilla (916-920), deja de ser Conde en 920 por negarse a acudir en la batalla de Valdejunquera, conflicto bélico desastroso para Ordoño II de León. En 926 vuelve a ser nombrado Conde de Castilla. Le sucede su hijo Ansur Fernández, que después de la batalla de Simancas (939) es nombrado Conde de Monzón por Ramiro II. Monzón es un territorio limítrofe entre Castilla y León, esto hizo que Fernán González se revelase al ver estrangulada su expansión. Ramiro II acabó encarcelando al Conde Fernán González y nombrando Conde de Castilla al propio Ansur Fernández. Después de un año, Fernán González recuperó el título condal (945). En la batalla de Simancas (939) se enfrentaron las topas del rey leonés Ramiro II y las musulmanas del califa Abderrahmán III, decidiendo el dominio sobre las tierras del Duero. El ejército cristiano estaba formado por las tropas del rey leonés, las del Conde Fernán González, las navarras de García Sánchez I, tropas gallegas y asturianas. El ejército musulmán contaba con la ayuda de las tropas del gobernador zaragozano Abu Yahya. Después de algunas jornadas de combate, el ejército cristiano consiguió vencer a las topas musulmanas. |
A finales del siglo XI, el rey castellano-leonés Alfonso VI llevó a cabo una repoblación de la zona, organizada por el Concejo de la Comunidad de Villa y Tierra. En el año 1184, el rey castellano Alfonso VIII reunió a las Cortes en Cuéllar. En el siglo XIII, la villa gozaba de un desarrollo económico con una extraordinaria producción de lana, impulsando la construcción de nobles edificios y un gran número de iglesias mudéjares. |
El 21 de julio de 1256 el rey Alfonso X otorgó el Fuero Real a la población y comarca de Cuéllar. Jurisdiccionalmente, desde el Conde Pedro Ansúrez, a principios del siglo XIII, Cuéllar estuvo sujeta al constante cambio de Señorío habiendo de soportar las luchas de las distintas familias que se lo disputaban. La familia de los Castro fue la que controló mayor número de veces el poder del Señorío de la Villa. Su privilegiada situación hizo que fuera codiciada por los miembros de la familia real, el rey Sancho IV (hijo de Alfonso X el Sabio), siendo aún infante, en 1283 heredó de doña Urraca Díaz el Señorío de Cuéllar. |
A la muerte de Sancho IV se produjeron luchas para ocupar el trono; por lo que su viuda, doña María de Molina, tuvo que refugiarse en Cuéllar con su hijo, el príncipe heredero Fernando, en donde convocó Cortes en 1297. Entre las luchas entre los distintos pretendientes a la Corona, doña María de Molina (María Alfonso de Meneses, hija del infante Alfonso de Molina y su tercera esposa Mayor Alfonso de Meneses) estableció su residencia y la de sus seguidores en la Villa de Cuéllar. En 1319 consta que la Villa perteneció a Juan Díaz de Haro (Juan el Tuerto), que durante la regencia de María de Molina ocupó el cargo de Alférez Mayor de Castilla e intentó colaborar con la estabilidad del reino, dirigiendo en la práctica la política del reino desde la muerte de la regente. La Villa de Cuéllar en 1326 regresaba a la Corona de Castilla. Posteriormente, Pedro I el Cruel (1350-1369) casó en el Castillo de Cuéllar, conocido popularmente como de Pedro el Cruel, con doña Juana de Castro, nieta de Violante Sánchez de Castilla (hija ilegitima del rey castellano-leonés Sancho IV). El 13 de agosto de 1382, el Castillo de Cuéllar fue testigo del fallecimiento por parto de doña Leonor de Aragón (esposa de Juan I, hija de Pedro IV de Aragón, hermana de Martín I el Humano). En 1390 la Villa de Cuéllar se encuentra en manos de don Fernando de Trastámara (1380-1416), hijo de Juan I de Castilla y Leonor de Aragón, conocido también como Fernando de Antequera, fue el rey Fernando I de Aragón, de Valencia, de Mallorca, de Sicilia, de Cerdeña y de Córcega; Duque de Peñafiel, de Neopatria y de Atenas; Conde de Barcelona, de Rosellón y de Cerdeña; y regente de Castilla. Entre 1416-1439 perteneció al infante aragonés don Juan, hijo de Fernando I de Antequera y doña Leonor Urraca de Castilla 'Condesa de Alburquerque', Juan II de Aragón, Duque de Peñafiel, rey de Navarra, de Aragón, de Sicilia, de Mallorca, de Valencia y de Cerdeña. El Señorío de Cuéllar (1430-1433) pasó a manos de don Fadrique de Aragón, Duque de Arjona, Conde de Luna, Señor de Cuéllar y de Segorbe, hijo natural de monarca Martín el Joven de Sicilia. El 23 de julio de 1433, el monarca castellano-leonés Juan II hizo entrega de la Villa de Cuéllar al Condestable don Álvaro de Luna, que juró pleito homenaje a sus habitantes el 3 de octubre del mismo año. El 24 de octubre de 1433, don Fadrique de Luna entregó el Señorío de Cuéllar a su hermana Violante de Aragón, existiendo dos Señores de la Villa. El Condestable comenzó a plantear la nueva fortaleza de Cuéllar, aunque dispuso de poco tiempo, en 1439 fue desterrado de la Corte. El Señorío de Cuéllar fue cedido por Juan II de Castilla el 26 de abril de 1439 a Juan II de Aragón (hijo de Fernando I de Antequera y de Leonor Urraca de Castilla 'Condesa de Alburquerque), quien lo poseyó hasta 1444. El 23 de julio de 1444, don Álvaro de Luna consiguió de nuevo el Señorío de Cuéllar, quizás por haber comenzado una nueva fortaleza en la villa, tomando posesión al año siguiente. Fue entonces cuando se realizó la mayor obra en el Castillo, que le defendió de sus enemigos afrontando las revueltas que precedieron a su ejecución el 2 de junio de 1453 en Valladolid. Tras la muerte de don Álvaro de Luna, el Señorío de Cuéllar volvió a Juan II de Castilla, y se le otorgó a la infanta de Castilla, futura reina Isabel la Católica. La infanta Isabel fue señora de la Villa de Cuéllar hasta el 22 de julio de1464, cuando Alfonso Pérez de Segovia por orden del rey Enrique IV el Impotente (1454-1474) le ofrecía 20.000 maravedíes al año por la tenencia del Castillo. Estando en su posesión del Señorío de Cuéllar, Enrique IV hizo merced de él a su valido don Beltrán de la Cueva, en compensación de la renuncia que hizo éste sobre el Maestrazgo de Santiago, y con la condición de que se ausentara de la Corte. Don Beltrán de la Cueva pertenecía a la nueva nobleza entronizada por Enrique IV, de linaje hidalgo, aunque modesto, su ascenso comienza en 1456 cuando se le nombró Mayordomo, Paje de Lanzas y Señor de Gimena. Al casar con una hija de los Marqueses de Santillana, ascendió a las más altas cotas de la nobleza, lo que le valió el título de Conde de Ledesma. Su permanente ascenso en la Corte fue fruto de envidias, que se gravaron en 1460 cuando sustituyó a Juan Pacheco 'Marqués de Villena' en el cargo de Valido. Ante el desplante de Enrique IV, el todopoderoso Marqués de Villena reunió a los descontentos de la alta nobleza castellana, provocando los acontecimientos de la Farsa de Ávila, en la que se sustituyó en efigie al monarca. La enemistad de Juan Pacheco 'Marqués de Villena' con don Beltrán de la Cueva se incrementó en 1464, cuando éste recibió del manos del rey el Maestrazgo de la Orden de Santiago, ambicionado por el Marqués de Villena para su hermano don Pedro Girón. Las luchas entre las facciones se hicieron cruentas, y el rey Enrique IV, temiendo que se le escapaba la sucesión a la Corona de su hija doña Juana, decidió transigir con los rebeldes llegando a un acuerdo con el Marqués de Villena por el que se consideró la renuncia de don Beltrán de la Cueva al Maestrazgo de la Orden de Santiago; a cambio se le otorgó el título de Duque de Alburquerque, con la posesión de distintas Villas y tierras. Don Beltrán de la Cueva se retiró de la Corte a sus dominios de Cuéllar, desde donde únicamente salió para servir a los Reyes Católicos en la Guerra de Sucesión. La elección de Cuéllar, en lugar de Alburquerque donde construyeron su castillo, se debe a una posición estratégica más próxima a las intrigas cortesanas. La vida de la Villa de Cuéllar cambio por completo: El nuevo Señor ejerció un importante control sobre los cargos del Concejo, inició importantes obras de transformación en el núcleo medieval centradas en la antigua fortaleza de Cuéllar (entre 1465-1475 se reedificó y se amplió). Durante el reinado de Isabel la Católica (1474-1504), don Beltrán de la Cueva se encargo de ser confirmado en el cargo por la reina castellana y consiguió de Fernando el Católico que su padre Juan II de Aragón le cediera (mediante documento de 1476) los derechos que tenía sobre el Señorío de Cuéllar. Heredaron el Señorío de Cuéllar sus descendientes, Duques de Alburquerque, hasta la supresión de los mismos en el siglo XIX. Al poder nobiliario quedaba supeditado el poder del Común: La libre elección y nombramiento de los oficios de justicias, jueces, regidores y demás ministros de ella, a excepción de los procuradores generales, fieles y diputados, que corresponden al Común. |
Isabel I de Castilla casó con el príncipe Fernando II de Aragón en 1469, al ser primos segundos necesitaron una bula papal, dispensa que consiguieron del Papa Sixto IV a través de su enviado el cardenal Rodrigo de Borgia en 1472. Recibieron el título de Católicos mediante la Bula Si Convenit que recibieron del Papa Alejandro VI el 19 de diciembre de 1496. |
A lo largo de la historia, el Castillo de Cuéllar ha desempeñado diferentes funciones:
§ Durante la Guerra de la Independencia (1808-1814) fue cuartel general del general inglés Arthur Wellesley 'Lord Wellington' y refugio del mariscal francés Víctor Hugo (padre del famoso escritor Víctor Hugo).
§ Refugio del poeta José de Espronceda (1808-1842) durante su destierro a Cuéllar por haber publicado una poesía liberal-patriótica (1833). En su estancia publica su única novela 'Sancho Saldaña o el Castellano de Cuéllar'.
§ En la dictadura franquista fue prisión política, cárcel común y sanatorio para enfermos tuberculosos.
§ En la actualidad, tras la concesión de los Duques de Alburquerque, se utiliza como Centro de Enseñanza Secundaria 'Duque de Alburquerque'. |
CASTILLO DE LOS DUQUES DE ALBURQUERQUE DE CUÉLLAR |
Los primeros datos sobre la construcción del Castillo de Alburquerque son del siglo XII. De ésta época es la puerta sur de estilo mudéjar. La primitiva fortaleza fue ampliándose progresivamente. La mayor parte de lo que hoy se contempla tiene su origen en los siglos XV-XVI, son las obras realizadas en el Castillo Medieval por don Beltrán de la Cueva 'I Duque de Alburquerque', su hijo Francisco y su nieto Beltrán. Su aspecto combina los elementos de una fortaleza con los de un palacio renacentista. En este estilo destacan el Patio de Armas y la Galería Sur que se abre al Mar de Pinares. El Castillo tiene un sistema de accesos bastante complicado. La puerta del mediodía era la más fortificada y a su vez, mediante la liza, ayudaba a proteger la puerta norte, que era la principal para acceder desde la villa. A su lado está el Torreón del Homenaje, convertido hoy en Archivo de la Casa Ducal de Alburquerque. |
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TORREÓN DEL CASTILLO: LEGAJO DE LOS DUQUES DE ALBURQUERQUE |
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