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El Muelle de las Carabelas, junto al Monasterio de Santa María de la Rábida y la Universidad Internacional de la Rábida, fue creado para conmemorar el V Centenario del Descubrimiento de América, donde se exhiben las réplicas de las Carabelas (Pinta y Niña) y la Nao Santa María que llegaron al Nuevo Mundo.

En el Muelle (propiedad de la Diputación de Huelva) se pueden visitar las embarcaciones, bajar a las bodegas ambientadas con figuras humanas de los tripulantes, almacén de víveres, etc. Frente a las embarcaciones, un poblado indígena con cabañas de madera y paja: fauna e indígenas lucayos haciendo labores cotidianas. En uno de los laterales del Muelle, un barrio portuario medieval.

Muy próximo al Muelle:   Monasterio de Santa María de la Rábida, Parque botánico de Celestino Mutis (donde habitan infinidad de especies de flora iberoamericana), Foro Iberoamericano de la Rábida (auditorio al aíre libre) y Universidad Internacional de la Rábida.

PRIMER VIAJE: DESCUBRIMIENTO DEL NUEVO MUNDO


Capitulaciones de Santa Fe, suscritas el 17 de abril de 1492 en Santa Fe (Granada).
Se guarda un testimonio autorizado de las Capitulaciones en el Archivo General de Indias.

El 17 de abril de 1492 se suscriben por los Reyes Católicos, en la localidad granadina de Santa Fe, una serie de documentos conocidos como 'Las Capitulaciones de Santa Fe', donde se recogen los acuerdos alcanzados por los Reyes Católicos y Cristóbal Colón relativos a la expedición a las Indias por el mar de occidente.
En el acuerdo se le otorgan a Colón los títulos de Almirante, Virrey y Gobernador General de todos los territorios que descubriera durante su vida, así como la décima parte de los beneficios obtenidos y un diezmo de las mercancías que encontrara y hubiera en los lugares conquistados, designando como herederos a sus sucesores de forma vitalicia.
Las capitulaciones son firmadas por el secretario y gran valido Juan de Coloma.
 
 

El 30 de abril de 1492 tenía lugar el Despacho que hacia posible el descubrimiento del Nuevo Mundo, el presupuesto para la armada era aproximadamente de dos millones de maravedíes, costeados por la Corona, la villa de Palos y el Almirante.

La parte de la Corona ascendía a 1.140.000 maravedíes (cantidad que salió de la hacienda del escribano Luis de Santángel, que adelantó el dinero a los Reyes Católicos), de esta cantidad 1.000.000 de maravedíes se dedicaba para costear las Carabelas y el resto como parte de los honorarios del Almirante. La Corona reclamaba a la villa de Palos la cantidad de 400.000 maravedíes y dos carabelas durante dos meses, en compensación de deservicios prestados. Al Almirante le correspondía poner entre un cuarto y medio millón de maravedíes, demasiado dinero para un hombre que no calificaban como adinerado. Tuvo que haber un prestamista, quizás su amigo el mercader florentino de esclavos Juanoto Berardi, socio y amigo del Almirante en algunos negocios tras el descubrimiento.

Después de dejar Granada el 12 de mayor de 1492, el Almirante se reunía el 23 de mayo en la Iglesia de San Jorge de Palos con el pueblo y las autoridades para hacerles saber lo dispuesto por los Reyes Católicos. Se les comunicó que los marineros serían pagados por la Corona y Colón les adelantaría cuatro mensualidades. De otra parte, en Moguer se hizo pública otra Real Provisión dirigida a todas las villas y ciudades del mar de Andalucía para que pusieran a disposición de Cristóbal Colón tres naves completamente equipadas.

Los andaluces no prestaron interés alguno, los Reyes Católicos por medio de una carta de seguro concedieron a Colón recurrir a las Leyes Castellanas que permitían a los Almirantes sacar de prisión a los reos para que participasen en una armada de la Corona.
Por esas fechas, el gran marino paleño Martín Alonso Pinzón, propietario de una carabela, con gran reputación en los secretos del mar, adinerado y valiente, se encontraba en un viaje comercial a Roma. A su regreso, el fraile del Monasterio de Santa María de la Rábida, Antonio de Marchena, convenció a Martín Alonso Pinzón para que acompase a Cristóbal Colón.
Una vez que el prestigioso marino quedó convencido, se unieron sus hermanos Vicente Yáñez Pinzón y Francisco Martín Pinzón, desapareciendo los problemas de reclutamiento de la tripulación, uniéndose parientes, amigos y marineros de toda la comarca. La trascendencia de los Pinzón en el descubrimiento hace que se les conozca como co-descubridores del Nuevo Mundo.

Se hicieron con tres navíos: dos carabelas (la Pinta y la Niña) y la nao Santa María, capitana de la flota, mandada por Cristóbal Colón. El propietario de la Nao era Juan de la Cosa, célebre marino y cartógrafo, natural de Santoña y vecino de Puerto de Santa María. Juan de la Cosa se embarcó como maestre en la Nao, contratando a casi toda la tripulación en el norte de España. Colón debió alquilársela en casa del Duque de Medinaceli, Señor del Puerto de Santa María.
La carabela Pinta, costeada por los vecinos de Palos, era la más rápida de las tres embarcaciones, capitaneada por Alonso Martín Pinzón, siendo el maestre su hermano Francisco Martín Pinzón. Era propiedad del paleño Cristóbal Quintero, que formó parte de la expedición sin desearlo.
La carabela Niña procedía de los astilleros de Moguer, costeada por los vecinos de Moguer, toma su nombre del propietario Juan Niño, capitaneada por Vicente Yáñez Pinzón.
En cuanto a los tripulantes no hay una cifra exacta, para el cronista Hernando Colón y el padre Bartolomé de las Casas fueron noventa.

La salida se inició en Palos de la Frontera el 3 de agosto de 1492, el 5 de septiembre se estropeó el timón de La Pinta y decidió sustituir la carabela en las Islas Canarias, no pudo hacerlo y tuvieron que repararla, además se cambió el velamen a La Niña.
El jueves 6 de septiembre, el Almirante mandó hacerse a la vela desde el Puerto de San Sebastián de la Gomera, el 9 de septiembre de 1492 perdieron de vista la Isla de Hierro comenzando el viaje colombino, manteniendo la latitud del paralelo de las Canarias que tuvo que variar el 6 de octubre (obligado por un malestar en la armada) siguiendo el rumbo sudoeste cuarta del oeste - Parece ser que Cristóbal Colón había recibido órdenes de los Reyes Católicos de no sobrepasar el sur del paralelo de Canarias respetando el Tratado de Alcáçovas (firmado el 4 de septiembre de 1479 entre los Reyes Católicos y Alfonso V de Portugal) que establecía como frontera de expansión entre los dos reinos -.

El bibliógrafo Hernando Colón (hijo de Cristóbal Colón y Beatriz Enríquez de Arana) narra que cuando perdían de vista Canarias, el Almirante entregó instrucciones a los capitanes de las carabelas (Alonso Martín Pinzón y Vicente Yáñez Pinzón) de que el destino del viaje era llegar a Cipango y a tierras orientales de Asia.

Las primeras inquietudes del Almirante comenzaban el 1 de octubre de 1492, mientras que por su cuenta habían navegado 707 leguas desde la Isla de Hierro, el piloto de la nao Santa María contabilizaba 584 leguas y no había señales de islas (Cipango se encontraba entre 750-800 leguas de Canarias según el proyecto de Colón). El razonamiento del Almirante fue aprovechar el fuerte viento de popa que había esos días y llegar a tierra firme de Asia (separada de Cipango 375 leguas o 1500 millas, según Marco Polo y Paolo dal Pozzo Toscanelli).

Entre la noche del 6 al 7 de octubre de 1492, los marineros cántabros de la nao Santa María provocan el primer motín, enfrentados abiertamente a Cristóbal Colón (parece ser que decidieron que se tornaba o le echarían a la mar). La intervención de los hermanos Pinzones fue decisiva, a cambio el Almirante aceptó dejar el camino del oeste y poner proa hacia el oeste-sudoeste (que ya había rechazado).
En el Diario justifica el cambio de rumbo por las bandadas de aves que seguían esa dirección.

La tensión iba en aumento, la noche entre el 9 y 10 de octubre el motín se generalizó a toda la armada, incluyendo los hermanos Pinzones, llevan navegadas más de 850 lenguas (1000 lenguas en el cálculo secreto del Almirante) y no aparecían indicios de tierra a la vista. Los Pinzones dieron un ultimátum a Colón, proseguirían tres días más rumbo oeste, pasado el plazo regresarían a España.

Según el Diario del Almirante, estas circunstancias marcan el distanciamiento de Colón con Martín Alonso Pinzón.

En el Diario del Almirante se informa que se avistó tierra dos horas después de la media noche del jueves 11 de octubre de 1492. La hora de la Salve (20 horas) es la hora del rezo marinero y del cambio de guardia de la noche. Según se desprende de los Pleitos, el marinero Juan Rodríguez Bermejo, de guardia en la proa de la Pinta, divisó una punta de playa que brillaba a la luz de la luna. Habían transcurrido 33 días de navegación ininterrumpida por el Océano Atlántico.

El cronista Bartolomé de las Casas interpretó las dos de la madrugada del viernes 12 de octubre.

En la mañana del 12 de octubre de 1492 desembarcaron en la Isla de Guanahaní (que bautizaron como El Salvador), en el Archipiélago de las Bahamas, tomando posesión de las tierras en nombre de los Reyes Católicos. El Almirante sale de Guanahaní el 14 de octubre, un día más tarde divisa la Isla Santa María de la Concepción y se allega a la Fernandina. El 19 de octubre se encontraban en La Isabela.
El 28 de octubre llegaba a Cuba (a la que bautizó Juana, en recuerdo del príncipe don Juan), creyendo que era la provincia asiática de Catay. El 2 de noviembre envía una delegación (Rodrigo de Jerez y Luis de Torres) tierra adentro con una carta de salutación de los Reyes Católicos al Gran Khan, a los pocos días, después de recorrer doce leguas, regresan los emisarios sin haber visto más que un pequeño poblado.

Mientras Cristóbal Colón recorría la costa oriental cubana, sin autorización del Almirante, Alonso Martín Pinzón al cargo de La Pinta se apartaba de la flota el 21 de noviembre para descubrir nuevas tierras.

El 5 de diciembre dejaba Cuba, dando el nombre de 'Alfa y Omega' al cabo más meridional, por considerarlo el fin de tierra firme. El 6 de diciembre, tras recorrer 18 leguas, llegó a la Isla de Haití (a la que bautizó como La Española'), avanzando por la costa septentrional fue dando nombres a los distintos accidentes geográficos.

El 24 de diciembre la nao Santa María encalló en unos bajos de la costa de la zona guacanagarí (actual República Dominicana), estando al timón un inexperto grumete. Los indígenas de Guacanagarí socorrieron a la tripulación pudiendo salvar el cargamento. Los despojos de la nao Santa María se utilizaron para levantar el fortín 'Fuerte de Navidad', quedando treinta y nueve españoles maltrechos con provisiones para un año.
La pérdida de la Santa María era un contratiempo para el Almirante porque tenía que utilizar la carabela Niña de Vicente Yáñez Pinzón. El 4 de enero de 1493, la Niña prosiguió avanzando, encontrando el 6 de enero a La Pinta de Alonso Martín Pinzón, juntos navegaron hacia la península de Samaná (República Dominicana).

El miércoles 16 de enero de 1493, el Almirante dio la orden de regresar a España marcando al dejar la Bahía de las Flechas dirección nordeste cuarta del este, desplazándose hacia el norte hasta alcanzar la altura del paralelo de las Azores, el 4 de febrero cambió dirección este aprovechando las corrientes y vientos del Golfo. Entre el 12-14 de febrero encontraron un fuerte temporal, el 14 de febrero la carabela Pinta de Alonso Martín Pinzón desapareció por causa de la tormenta.

El 18 de febrero, La Niña al mando de Colón, fondeaba la Isla de Santa María (archipiélago portugués de las Azores) donde se enfrentaron a problemas con el capitán de la Isla. El 24 de febrero partían hacia España, sufriendo otro temporal entre el 26 de febrero al 4 de marzo en las inmediaciones de Lisboa.
El 4 de marzo pisaba tierra peninsular, muy cerca de la desembocadura del río de Lisboa.

Antes que Colón entrara en la Península, a últimos de febrero de 1493, la Pinta de Alonso Martín Pinzón arribaba en el puerto gallego de Bayona (Pontevedra), desde donde el capitán notificó a los Reyes Católicos, que se encontraban en Barcelona, el descubrimiento de las Indias.

Pocos días después, Colón fue recibido con honores por el monarca lusitano Juan II de Avis, que aspiraba a las tierras descubiertas, trasladándose el 11 de marzo al Monasterio de San Antonio para cumplimentar a la reina portuguesa.
Antes de dejar el estuario del Tajo, el Almirante notificaba a los Reyes Católicos el descubrimiento.

En el mediodía del 15 de marzo, Colón entraba al mando de la Niña por el puerto de Palos de la Frontera. Unas horas después, procedente de Bayona, lo hacía Alonso Martín Pinzón con la carabela Pinta, llegaba enfermo y a los pocos días murió.

Cristóbal Colón, a finales de abril de 1493, se trasladó a Barcelona para informar personalmente a los Reyes Católicos de sus descubrimientos, siendo recibido con todos los honores.

El 28 de mayo de 1493, los Reyes Católicos le confirman solemnemente sus títulos, honores y privilegios definidos en las Capitulaciones de Santa Fe, el mismo día se le dan cartas reales nombrándole Capitán General de la segunda flota de las Indias y autorizándole (según Real Cédula fechada en Barcelona a 28 de mayo de 1493) para nombrar a las personas escogidas por él para el gobierno de las Indias, mientras se adoptaban las medidas para organizar el sistema a tal fín establecido en las Capitulaciones.

Las noticia del descubrimiento de un Nuevo Mundo se extendió por toda Europa. De inmediato se acometió la preparación de una nueva expedición, con la misión de colonizar y evangelizar a los indígenas nativos. Los Reyes Católicos realizaban gestiones ante el Papa Alejandro VI solicitando que les confirmase la posesión de las tierras descubiertas.

En 1493 el Papa Alejandro VI otorgó bulas en favor de los Reyes Católicos:
 
Bula 'Breve Inter caetera', de 3 de mayo de 1493, se cree que fue redactada en el mes de juno, adjudicando a los Reyes Católicos el dominio de cada una de las tierras e islas descubiertas y las que se descubrieran en adelante, el texto no menciona línea de demarcación ni ninguna otra forma de limitar los nuevos dominios ultramarinos de Castilla y León, que los Reyes Católicos disfrutarán de los mismos derechos otorgados a los Reyes de Portugal en las partes de África, Guinea y la Mina de Oro en Bulas de Papas anteriores.
 
Bula 'Eximiae devotionis', de 3 de mayo de 1493, se cree que fue redactada en el mes de julio, su texto coincide con la bula anterior, introduce la novedad de la definición de un 'meridiano' al oeste del cual todas las tierras halladas y por hallar pertenecerán a los Reyes Católicos. No menciona a Portugal y se refiere a los Estados de la época al indicar que quedaran excluidos de la posesión castellana los territorios que ya perteneciesen a algún príncipe cristiano a 25 de diciembre 1492.

 

Bula 'Dudum Siquidem', de 26 de septiembre de 1493, haciendo referencia a las Bulas anteriores, adjudica a los Reyes Católicos las islas y tierras firmes descubiertas y por descubrir hacia occidente y mediodía, que no estuvieran constitucionalmente bajo el actual dominio temporal de señores cristianos.

Los Borja (Borgia en italiano), con origen del pueblo aragonés Borja, establecidos en Játiva (Valencia)  y posteriormente en Gandía, un linaje influyente en el Renacimiento, dio al mundo santos como San Francisco de Borja y malvados como César Borgia, además de dos Papas (Calixto III y Alejandro VI)  - Portal Fuenterrebollo

Mauseoleo Cristóbal Colón, Catedral de Sevilla - Portal Fuenterrebollo

Monumento a Cristóbal Colón en Plaza Colón (Madrid) - Portal Fuenterrebollo

Mausoleo Reyes Católicos, Catedral de Granada - Portal Fuenterrebollo

Tratado de Tordesillas (7 de junio de 1494) - Portal Fuenterrebollo

Cristóbal Colón, Reyes Católicos - Portal Fuenterrebollo

Monasterio de los  Jerónimos de Santa María de Belém, Monumento a los Descubridores de Belém - Portal Fuenterrebollo


Réplica de la Carabela Pinta, Muelle de las Carabelas (La Rábida, Huelva).

La carabela Pinta, construida en Palos por los armadores Gómez Rascón y Cristóbal Quintero, costeada por el Concejo de Palos, era la más rápida de las embarcaciones colombinas, tenia el palo mayor y los palos de trinquete con vela cuadrada, mientras que el palo de popa (mesana) llevaba una vela latina, fue elegida por el capitán Martín Alonso Pinzón.


Réplica de la Nao Santa María, Muelle de las Carabelas (La Rábida, Huelva).

La Nao Santa María, 'La Gallega', propiedad de Juan de la Cosa, con treinta y seis metros de eslora y tres mástiles, era la más grande de las tres embarcaciones.


Réplica de la Nao Santa María y la Carabela Pinta, Muelle de las Carabelas (La Rábida, Huelva).


Réplica de la Nao Santa María y la Carabela Pinta, Muelle de las Carabelas (La Rábida, Huelva).


Réplica de la Carabela Niña, la más pequeña de las naves que partieron desde Palos el 3 de Agosto de 1492 en la expedición capitaneada por Cristóbal Colón.

La Carabela Niña presentaba velas que carecían de rizos por lo que no tenía sistema de cabos para reducir la superficie en caso de vientos fuertes, las jarcias que sujetaban los palos se enganchaban en los costados de la embarcación, carecía de castillo de proa, el alcázar era pequeño.
En el primer viaje colombino, la Carabela La Niña era capitaneada por Vicente Yáñez Pinzón. De regreso a España, después de zozobrar Nao Santa María en zona guacanagarí (actual República Dominicana) el 25 de diciembre de 1492, fue gobernada por Cristóbal Colón.
A la vuelta del segundo viaje fue capturada por los corsarios berberiscos, regreso al puerto de Cádiz por la actuación decidida de sus tripulantes.


Indígenas lucayos en la isla de Guanahaní (bautizada como San Salvador) haciendo labores cotidianas.


Réplica de la Nao Santa María y la Carabela Niña, Muelle de las Carabelas (La Rábida, Huelva)

De regreso a España, el 25 de diciembre de 1492, la Nao Santa María zozobra en zona guacanagarí (actual República Dominicana) utilizando sus despojos para levantar el fortín 'Fuerte de Navidad', quedando treinta y nueve españoles maltrechos con provisiones para un año.
La pérdida de la Santa María era un contratiempo para el Almirante porque tenía que utilizar la carabela Niña de Vicente Yáñez Pinzón. El 4 de enero de 1493, la Niña prosiguió avanzando, encontrando el 6 de enero a La Pinta de Alonso Martín Pinzón, juntos navegaron hacia la península de Samaná (República Dominicana).


Réplica de la Carabela Pinta y la Nao Santa María, Muelle de las Carabelas (La Rábida, Huelva).


Réplica de la Carabela Niña y la Nao Santa María, Muelle de las Carabelas (La Rábida, Huelva).


Primer desembarco de Cristóbal Colón en la isla Guanahaní (bautizada como San Salvador, 12 de octubre de 1492), habitada por el pueblo lucayo.
Obra del pintor burgalés Dióscoro Teófilo Puebla Tolín (1831-1091) , Museo del Prado (1862).