Existen distintas interpretaciones del origen de la palabra Palencia, de la raíz celta Pala (llanura), del dios griego Palas, o de origen vascuence Vega Grande. De cualquier modo, numerosos restos arqueológicos muestran que estuvo habitada por pueblos celtas, concretamente los vacceos. Durante la Edad de Hierro, los cántabros en el norte y los vacceos en el centro y sur de la provincia, compartían espacio con los arévacos.Durante la dominación romana, en torno al 150 a.C, el cónsul Lucio Lucino Lúculo (enviado a Hispania para sustituir a Marco Claudio Marcelo, que había concertado la Paz de Numancia con la tribu celtibera de los arévacos) inició el asedio a los vacceos por haber apoyado a Numancia con alimentos. El militar Cneo Pompeyo Magno hacia el 72 a.C acaba con las últimas resistencias vacceas fortificadas, transformándose Palencia en un enclave logístico romano de importancia. Palencia vive una época de prosperidad, la ingeniería romana propicia el cultivo y la construcción de villas. Se convierte en una de las ciudades más importantes de la meseta norte, como muestran las ruinas romanas de la Plaza Cervantes o de la Calle Don Sancho. Las invasiones de suevos y vándalos en el siglo V destruyen la herencia cultural de los romanos. En el 455 el rey visigodo Teodorico derrota a los suevos en Astorga, tras pasar por Palencia. Los godos se instalan en Tierra de Campos formando los 'Campos Góticos', que se extienden hasta Toledo. Palencia vuelve a vivir una época de esplendor, tras la conversión del rey visigodo Recadero I al catolicismo en el 586, definiéndose territorialmente la Diócesis de Palencia, con la intervención de sus obispos Conancio y Ascario, época en la que se construye la cripta visigoda de San Antolín. El caudillo musulmán Musa ibn Nusair, conocido como Muza, en el 714 invade Palencia diezmando a la población, sometida a plagas y epidemias. El rey asturiano Alfonso I 'El Católico' inició la labor de la Reconquista, aunque los palentinos continuaron sufriendo acometidas musulmanas, como la del caudillo Almanzor que en el año 1000 arrasa Carrión de los Condes y saquea Palencia. Sancho Garcés III, rey de Pamplona, reconstruyó la ciudad de Palencia e instauró la Sede Episcopal en el 1034. En 1188 nace en Palencia Blanca de Castilla, hija del rey castellano Alfonso VIII y de Leonor de Plantagenet, que se convertiría en la mujer del rey francés Luis XIII. En el reinado del rey castellano se otorgan Fueros a la ciudad y se instituye el primer Concejo. En 1212 para conmemorar la victoria de las Navas de Tolosa, según historiadores, a iniciativa del obispo palentino Tello Téllez de Meneses o del obispo de Osma Rodrigo Jiménez de Rada, se establecen en la ciudad los Studium Generale, germen de la primera Universidad de España.A la muerte de Fernando IV 'El Emplazado', la ciudad de Palencia muestra su apoyo a la reina abuela María de Molina, que se encargó de la crianza de Alfonso XI 'El Noble', lo que supondrá a la ciudad algunos privilegios. En 1387 la tierra palentina quedó desolada con la invasión de Juan de Gante, Duque de Lancaster, que aspiraba a la Corona de Castilla por su matrimonio con Constanza de Castilla (hija de Pedro I 'El Cruel'). El 30 de enero de 1372, Juan y su esposa Constanza fueron reconocidos por el rey inglés Eduardo III como reyes de la Corona de Castilla.
El Duque de Lancaster quiso hacer efectivas sus reclamaciones a la Corona de Castilla, aprovechando la derrota del rey castellano-leonés Juan I en la batalla de Aljubarrota, en una campaña que se inscribe en la Guerra de los Cien Años entre Francia e Inglaterra. Después del Tratado de Windsor (9 de mayo de 1386) que establecía la alianza entre Portugal e Inglaterra, Juan de Gante, su esposa, y la hija de ambos, Catalina de Lancaster, desembarcaban en la Coruña el 25 de julio de 1836, estableciendo la Corte en Orense. Con la ayuda del rey portugués invadió el reino de León, cruzando el río Duero avanzaron entre Zamora y Toro. Finalmente, a espaldas del rey portugués, Juan I y el Duque de Lancaster firmaron el Tratado de Bayona (8 de julio de 1388), por el que Juan de Gante y su esposa renunciaban a los derechos sucesorios de la Corona de Castilla en favor de su hija Catalina de Lancaster, que casaba con el príncipe Enrique (futuro Enrique III 'El Doliente', primogénito de Juan I de Castilla), otorgando al matrimonio la condición de Príncipes de Asturias. Con Enrique y Catalina de Lancaster se inician los primeros Príncipes de Asturias. En 1388 la catedral de Palencia fue testigo del matrimonio del rey castellano-leonés Enrique III y Catalina de Lancaster. En el reinado de los Reyes Católicos la Diócesis de Palencia tuvo gran relevancia, pasando por ella Diego Hurtado de Mendoza y Quiñones (arzobispo de Sevilla), Alonso de Burgos (dominico y confesor de Isabel I), Diego de Deza (arzobispo de Sevilla) y Juan Rodríguez de Fonseca (obispo de Burgos). Durante el mandato de Carlos I, la ciudad de Palencia se convirtió en un lugar político de relevancia, al convertirse en lugar frecuentado del emperador que huía de la epidemia de peste que asolaba Valladolid. En el reinado de Felipe II (1556-1598), Palencia pierde importancia frente a Valladolid, el Papa Clemente VIII desmembra la Diócesis de Palencia, aunque se configura urbanísticamente la ciudad, se realizan obras de ampliación de la Catedral, se construyen Iglesias (Santa Marina y la Compañía) y Conventos (Agustinas, Carmelitas y Dominicos). La Muralla se amplía hacia el Oeste en 1581. |