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Escultura de Carlos V, emperador del Sacro Imperio Romano, dirigiendo su mirada a la lejanía de sus vastas posesiones, abrazando a los personajes que engrandecieron el Imperio donde no se ponía el Sol. Con el toisón de oro en el pecho y las palabras gradas Plus Ultra.
La monumental escultura de Cuacos de Yuste esta compuesta de figuras que forman el torso de Carlos V, que es el elemento simbólico y principal de la obra que conmemora la Memoria del Rey de España, nacido un 24 de febrero del año 1500 en Gante.

El Monasterio de Yuste se fundó en 1402 sobre una ermita dedicada a San Cristóbal. El antiguo edificio disponía de una Iglesia con bóveda de piedra de sillería y un bello Altar Mayor, concluido en 1587 por Juan de Segura. Unido a la Iglesia, por la parte sur, se encuentra el palacio del emperador Carlos V, donde habitó los últimos años de su vida.

El Real Monasterio de Yuste se encuentra en la falda de la Sierra de Gredos, cerca del pueblo de Cuacos de Yuste.
Al principio estuvo habitado por una comunidad religiosa de ermitaños, llamados ermitaños de la pobre vida, siendo sustituidos posteriormente por monjes de la Orden de San Jerónimo. El acontecimiento que marcó al Monasterio de Yuste, logrando un lugar destacado en la historia, ocurrió en 1556 cuando el emperador Carlos V del Sacro Imperio Romano Germánico decidió abdicar y retirarse a pasar sus últimos días en este pequeño y bello rincón. Para ello, fue necesario hacer reformas, una casa adosas al mismo para alojar al emperador y a su séquito.

La entrada del emperador al Monasterio tuvo lugar el 3 de febrero de 1557. Durante la estancia del emperador en Yuste pasaron numerosos personajes de la Corte, entre ellos su propio hijo, el rey Felipe II de España. El 21 de septiembre de 1558, fallecía Carlos V en la que fue su última morada. En un principio fue enterrado en la Iglesia del Monasterio, posteriormente por deseo de Felipe II, sus restos fueron trasladados al Panteón Real del Monasterio de El Escorial.

En la actualidad, el Monasterio se encuentra habitado por los monjes de la Orden de San Pablo Primer Eremita u Orden Paulina.
El Real Monasterio de Yuste forma parte del Patrimonio Nacional de España y es Sede de la Fundación Académica Europea de Yuste, dedicada a fomentar el espíritu de unión en Europa.

Entrada al Real Monasterio de Yuste.

Claustro gótico del Monasterio de Yuste.

Claustro gótico del Monasterio de Yuste.

Iglesia del Monasterio de Yuste, de una sola nave y de cabecera poligonal. El Retablo Mayor data de 1580, el cuadro es una copia del original, la Gloria de Tiziano, donde se representa al emperador y a su familia adorando a la Santísima Trinidad.
El Templo comunica con el Claustro gótico, que se dispone sobre planta rectangular, con un alzado de dos plantas, cubriéndose las galerías del claustro con techumbre plana de madera. El Claustro nuevo, de estilo renacentista, es más amplio que el gótico, está más ornamentado, con volutas y gimaldas en sus columnas.

Iglesia del Monasterio de Yuste, de una sola nave y de cabecera poligonal. El Retablo Mayor data de 1580, el cuadro es una copia del original, la Gloria de Tiziano, donde se representa al emperador y a su familia adorando a la Santísima Trinidad.

Sala de los Monjes, Real Monasterio de Yuste.

Palacio del emperador Carlos V, Monasterio de Yuste.

La Casa-Palacio de Carlos V consta de dos plantas, con cuatro habitaciones cada una, auqnue el emperador no llegó a utilizar la planta inferior.
El acceso se hace mediante una rampa que conduce a la planta superior, con pasillo central y dos habitaciones a cada lado.
A la izquierda, el cuarto de la guardia y el dormitorio de Carlos V. El dormitorio se comunica con la Iglesia, de forma que el emperador podía asistir a misa cuando por su enfermedad no podía levantarse de la cama.
A la derecha, la antecámara donde recibía a los ilustres visitantes y otra cámara donde reposaba, ambas habitaciones disponen de miradores con vistas a la huerta del Monasterio y al estanque donde el emperador solía pescar.

Palacio del emperador Carlos V, Monasterio de Yuste.

Entrada a la Casa-Palacio de Carlos V en el Real Monasterio de Yuste.

Busto y escudo de armas de Carlos V, Real Monasterio de Yuste.

Blasón de la Orden de los Jerónimos, Real Monasterio de Yuste.

Dormitorio del emperador Carlos V con chimenea de piedra y balcón.

Silla articulada de Carlos V para aliviar los dolores que sufría el emperador por su pierna enferma de gota. Padecer un importante grado de invalidez por la gota probablemente influyó en su decisión de abdicar.

Despacho de Carlos V, Real Monasterio de Yuste.

Sala de Audiencias del Palacio del emperador Carlos V, Real Monasterio de Yuste.

Litera de Carlos V, donde el emperador fue trasladado a hombros por mozos de la zona para llegar a su última morada.

El emperador Carlos V recibe en Yuste al joven don Juan de Austria, un niño de 13 años llamado Jerónimo o Jeromín.
Obra de Eduardo Rosales, Museo del Prado

¿Por qué eligió Carlos V el Monasterio de Yuste?: En mayo de 1552, el emperador Carlos V vivió los momentos más complicados de su trayectoria militar, su antiguo aliado el duque Mauricio de Sajonia, había tomado el Tirol y avanzaba hacia Ingsbruch, la ciudad imperial, dentro del contexto de las guerras de religión que los católicos mantenían contra los príncipes luteranos en Alemania.

El emperador Carlos, con un pequeño séquito, tuvo que huir por los Alpes. Poco tiempo después, Carlos V puso sitio a la plaza de Metz, pero la resistencia que ofreció el Duque de Guisa y su mal estado de salud le obligaron a levantar el cerco en enero de 1553.

Enfermo y cansado, decidió dejar los asuntos del Imperio en manos de su hermano Fernando de Habsburgo, y la Corona de las Españas a su hijo Felipe II.

El 28 de diciembre de 1555, Carlos V desembarcó en España y, tras franquear la Sierra de Gredos transportado en una improvisada silla fabricada con un arcón, llegó a Jarandilla donde recibió a muchas personalidades, entre otras, a su amigo Francisco de Borja, General de la Compañía de Jesús.

Eligió Cuacos de Yuste por la benevolencia de su clima y la ubicación del Monasterio de la Orden de San Jerónimo integrada por 38 monjes que favorecía un clima de tranquilidad. También parece ser que los monjes estaban tratando el fermento de un hongo que parecía tener propiedades curativas.

Palacio del emperador Carlos V, Monasterio de Yuste: Las obras del sencillo palacio pudieron ser supervisadas por Fray Antonio de Villacastín.
A pie de obra debieron estar Fray Juan de Ortega y Fray Melchor de Pie de Concha. En 1558 las obras fueron inspeccionadas por el arquitecto Alonso de Covarrubias.