Elige Armas

Estadística Teórica
Vexilología
Constituciones
Palabras Olvidadas
Gobiernos República
Gacería
Masonería
Moneda Romana
Numismática

 

 

 

CATEDRAL DE SANTA MARÍA
DE LA HUERTA DE TARAZONA

      

La Catedral de Santa María de la Huerta conjuga el gótico francés, con el mudéjar y elementos renacentistas únicos en Europa. Declarada Monumento Histórico Artístico (1931), permaneció cerrada al público por unas largas obras de restauración integral. El 20 de abril de 2011 se volvió a consagrar al culto, como aniversario de su consagración en 1235.

Comenzó a construirse en el siglo XII, consagrada por el Obispo García Frontín II en 1235. Si su construcción no se hubiera alargado tanto en el tiempo y no hubiese sufrido graves daños durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1369), la Seo turiasonense constituiría el mejor ejemplo de arquitectura gótica de influencia francesa de España.

A finales del siglo XV maestros mudéjares hicieron las obras de la galería y del tejado sobre la nave principal, levantaron la torre campanario, y renovaron el claustro y el cimborrio.

La Torre con un primer cuerpo gótico, destaca por la decoración mudéjar de sus otros dos cuerpos realizada en ladrillo ornado mediante fajas de espigas, rombos y arcos de medio punto.
El segundo cuerpo de la Torre que llega hasta el reloj se acometió antes de 1510. El tercer y último cuerpo no se levantaron hasta 1588, en el episcopado de don Pedro Cerbuna.

Con el Obispo Guillén Ramón de Moncada se sustituyó el Claustro de la Catedral por otro de una envergadura mucho mayor, donde el maestro mudéjar Alí Pex revistió a las ventanas por celosías de yeso.

El gran Cimborrio fue el último elemento mudéjar que se incorporó, sufragado por el arcediano Juan Gómez Muñoz a cambio de ser sepultado en la Capilla Mayor. La fábrica del nuevo lucernario quedó bajo la dirección de Juan Lucas Botero el Viejo en diciembre de 1543, al fallecer dos años después concluyó la obra su hijo Juan Lucas Botero el Joven.
En el exterior, el cimborrio está formado por la superposición de cuatro cuerpos decrecientes, anunciando el tránsito del tambor a la esbelta linterna donde se encuentra la Capilla de Nuestra Señora del Cimborrio.

A mediados del siglo XVI se renovó el templo según la estética renacentista de la mano del maestro Alonso González. La ornamentación del cimborrio fue contratada en 1546 por Juan Muñoz, sobrino del promotor.

Las pinturas únicas que alberga en la cabecera y en el cimborrio, descubiertas tras su gran restauración y ocultas durante siglos, confieren a la Catedral de Tarazona que se la conozca como Capilla Sixtina del Renacimiento Español.


La Catedral de Santa María de la Huerta conjuga el gótico francés, con el mudéjar y elementos renacentistas únicos en Europa. Conocida como la Capilla Sixtina del Reanacimiento Español.


La Catedral de Santa María de la Huerta comenzó a construirse en el siglo XII, consagrada por el Obispo García Frontín II en 1235. Si su construcción no se hubiera alargado tanto en el tiempo y no hubiese sufrido graves daños durante la Guerra de los Dos Pedros (1356-1369), la Seo turiasonense constituiría el mejor ejemplo de arquitectura gótica de influencia francesa de España.


Altar Mayor de la Catedral de Santa María de la Huerta. El primer Retablo, de proporciones más modestas, fue realizado por Pere Johan en el siglo XV.
El actual Retablo, de notable calidad, fue realizado entre 1605-1614 a expensas del Obispo Fray Diego de Yepes, conservando la imagen de Santa María de la Huerta del primer retablo, con mazonería e imaginería del ensamblador Jaime Viñola y del escultor Pedro Martínez, el dorado y la policromía corresponden a los turiasonenses Agustín Leonardo y Gil Ximénez Maza.
El tabernáculo eucarístico es flanqueado por seis relieves narrativos de gran formato con los Gozos de la Virgen y por otros dos más pequeños con el Prendimiento y Cristo con la cruz a cuestas. Las calles exteriores cobijan a las imágenes de los patronos del Obispado de Tarazona, de San Pedro y de San Pablo, y de los cuatro Padres de la Iglesia. El frontal del Altar está realizado en plata.


El gran Cimborrio fue el último elemento mudéjar que se incorporó a la Catedral de Santa María de la Huerta, sufragado por el arcediano Juan Gómez Muñoz a cambio de ser sepultado en la Capilla Mayor. La fábrica del nuevo lucernario quedó bajo la dirección de Juan Lucas Botero el Viejo en diciembre de 1543, al fallecer dos años después concluyó la obra su hijo Juan Lucas Botero el Joven.


Pinturas góticas de la Catedral de Santa María de la Huerta.


Catedral de Santa María de la Huerta en Plaza de la Seo de Tarazona.


Panorámica exterior de la Catedral de Santa María de la Huerta de Tarazona, vista exterior del Cimborrio, formado por la superposición de cuatro cuerpos decrecientes, anunciando el tránsito del tambor a la esbelta linterna donde se encuentra la Capilla de Nuestra Señora del Cimborrio.


Panorámica de la Catedral de Santa María de la Huerta.
La Torre con un primer cuerpo gótico, destaca por la decoración mudéjar de sus otros dos cuerpos realizada en ladrillo ornado mediante fajas de espigas, rombos y arcos de medio punto.
El segundo cuerpo de la Torre que llega hasta el reloj se acometió antes de 1510. El tercer y último cuerpo no se levantaron hasta 1588, en el episcopado de don Pedro Cerbuna.


Panorámica de la Catedral de Santa María de la Huerta, con escalinata renacentista en la Plaza de la Seo.

CATEDRAL DE NUESTRA SEÑORA
DE LA HUERTA DE TARAZONA