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Comuneros Castilla |
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FERNANDO ÁLVAREZ DE TOLEDO (1507-1582) |
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Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, III Duque de Alba, hijo de don García de Toledo (muerto encombate en la isla de Gelves) y de doña Beatriz de Pimentel, sustituyó a su abuelo el II Duque de Alba. Fue una figura sobresaliente en los reinados de Carlos I y Felipe II, ha pasado a la historia como un prestigioso general que llevó una política de represión como Capitán General y Gobernador de los Países Bajos (1567-1573). Durante los primeros años del reinado de Carlos V participó en el sitio de Fuenterrabía, a las órdenes del Condestable de Castilla, don Iñigo de Velasco, y posteriormente en la defensa de Cataluña. Siendo III Duque de Alba, combatió en el ejército que ocupó Túnez en 1535. El 24 de abril de 1547, don Fernando Álvarez de Toledo dirigió al ejército imperial, encabezado por el propio emperador Carlos V, contra la Liga de Smalkalda, donde consiguió la victoria de Mühlberg, en la batalla cayó prisionero Juan Federico de Sajonia.
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La carrera del Duque de Alba ascendió meteóricamente durante el reinado de Felipe II. En 1556 fue nombrado virrey de Nápoles, enfrentándose con las hostilidades del pontífice Paulo IV, respaldado por Francia
Fernando Álvarez de Toledo logró detener el ataque que el pontífice envió contra Nápoles, con la ayuda del ejército francés dirigido por el Duque de Guisa.
En 1565 el Duque de Alba asistió como asesor español a la reunión mantenida en Bayona entre la reina Isabel de Valois (tercera esposa de Felipe II) y su madre Catalina de Médicis.
En 1567 fue enviado a los Países Bajos para sofocar la revuelta, allí instituyó el Tribunal de los Tumultos (conocido como el Tribunal de Sangre) encargado de juzgar y confiscar los bienes de los rebeldes, que condenó a muerte a los condes de Egmont y de Horn, jefes principales de la revuelta.
Estableció nuevos tributos para mantener los tercios sin recurrir a la hacienda castellana. Se encargó de potenciar el papel de la Inquisición y puso en vigor leyes contra la herejía. Estas medidas no lograron sofocar la revuelta, originando una serie de levantamientos contra su política. Finalmente, en 1573 fue sustituido por don Luis de Requesens y Zúñiga. & Don Luis de Requesens y Zúñiga era hijo de don Juan de Zúñiga y Avellaneda, hijo del segundo Conde de Miranda, y de doña Estefanía de Requesens (entre otros títulos, Señora de la Villa de Molinos de Rey, Baronesa de Martorell, con Señoría de otros lugares, y del antiguo Palacio menor de los Reyes de Aragón en Barcelona). |
De regreso a España, fue nombrado Consejero de Estado, manifestándose en contra de que don Juan de Austria fuera enviado a Flandes. La decisión de apoyar el matrimonio de su hijo Fadrique (heredero al Ducado de Alba), en contra de la voluntad de Felipe II, hizo que cayera en desgracia teniéndose que retirar de la vida pública en Alba de Tormes, llegando a estar preso con su hijo en Tordesillas.
El Duque de Alba salió de la prisión de Tordesillas al ser llamado por Felipe II para dirigir el ejército contra el prior Crato, pretendiente al trono portugués, que se había sublevado contra la designación de Felipe II como rey de Portugal (el monarca español tenía derechos dinásticos al trono de Portugal al ser nieto de don Manuel I). El anciano general derrotó a los portugueses y entró en Lisboa después de vencer al ejército de Diego de Meneses, a quien hizo prisionero y ordenó decapitar inmediatamente. El ejército portugués que defendía Lisboa se rindió, el prior de Crato y sus hombres huyeron, dejando Lisboa en manos de los españoles. El Duque de Alba fue nombrado Condestable de Portugal y honrado con el Toisón de Oro. Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, conocido como 'El Gran Duque de Alba', murió en Lisboa el 11 de diciembre de 1582. |
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LA CASA DE ALBA |
El origen de la 'Casa Alba' se remonta a 1429 cuando un Trastámara, Juan II de Castilla, nombró al arzobispo de Sevilla y Toledo don Gutierre Álvarez de Toledo 'Señor de Alba de Tormes'. Don Fadrique Álvarez de Toledo, II Duque de Alba, firmó la capitulación de Granada en 1492 y luchó en los ejércitos de Carlos V en Flandes e Italia.
Don Fernando Álvarez de Toledo, III Duque de Alba, político y militar, fue virrey de Nápoles en 1556 y expulsó a los franceses de Italia. Entre 1567 y 1573 fue Gobernador General de Flandes y persiguió a los protestantes. Creó el Tribunal de los Tumultos o de la Sangre, de funesta memoria en los Países Bajos por las proporciones de su represión, a consecuencia de la cual la ciudad de Utrecht se amotinó contra él.
Don Fadrique Álvarez de Toledo, IV Duque de Alba, durante el mandato de su padre combatió en los Países Bajos y tomó Malinas en 1572 y Haarlem en 1573. Sus aventuras amorosas le reportaron el destierro en Orán en 1556 y la prisión en Tordesillas en 1579, por orden del rey Felipe II. Posteriormente la familia entroncó con la Casa de Silva.
Don Fernando de Silva Álvarez de Toledo, XII Duque de Alba, tuvo un papel relevante entre 1746 y 1749 como embajador en Francia, y como protagonista activo en la reacción contra los intentos reformistas de la Ilustración Borbónica (caída del Marqués de la Ensenada en 1754, motín de Esquilache en 1766).
Los Duques o Duquesas, han sido:
I Duque de Alba (1472-1488) |
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Doña María del Pilar Cayetana (1762 - 1802), hija del XII Duque de Alba, fue famosa por sus relaciones con Francisco de Goya. Cuando murió sin descendencia, la 'Casa de Alba' transmitió sus derechos sucesorios a los Fitz-James Stuart, Duques de Berwick, y siguió acumulando con los títulos nobiliarios uno de los mayores patrimonios de España. Actualmente, Doña María del Rosario Cayetana, hija de Jacobo Fitz-James, Duquesa de Berwick y de Alba, veinte veces Grande de España, se casó en 1947 con Luis Martínez de Irujo, y después de su muerte en 1972, contrajo segundas nupcias en 1978 con Jesús Aguirre. En Loeches (población cercana a Madrid) se encuentra el Panteón de la Familia Alba, donde residen los restos de:
Doña Francisca de Sales y Portocarrero, Condesa del Montijo. 1860 |
María del Rosario Cayetana Fitz-James Stuart y de Silva, XVIII Duquesa de Alba, tiene los siguientes títulos nobiliarios: w Duquesa de Alba y de Berwick; de Arjona, de Híjar, de Liria y Jérica, y de Montoro. |
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LA GRANDEZA DE ESPAÑA |
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La 'Grandeza de España' es el mayor título nobiliario, después de los 'Infantes de España' dignidad que corresponde a los hijos del Rey. Los 'Grandes de España' son descendientes de los Ricoshombres de los antiguos reinos de España (Castilla, León, Aragón y Navarra). El emperador Carlos V, tras su coronación como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, hizo en 1520 una diferenciación entre los títulos nobiliarios y los Grandes (merced especial que acompañaba al título de nobleza), diferenciando con el tratamiento de 'primo' a los Grandes de España y con el de 'pariente' a los otros títulos nobiliarios. Los Grandes de España tenían otras prerrogativas, como la de permanecer con la cabeza cubierta en presencia del Rey o la de no poder ser detenidos salvo expresa orden del monarca. En 1520 los más antiguos y principales títulos nobiliarios de España fueron elevados a la dignidad de Grandeza, entre los veinticinco beneficiarios: los Ducados de Alba de Tormes, Frías, Gandía, Infantado, Medina Sidonia, Medinacelí y Nájera. Los Marquesados de Aguilar de Campoo, Astorga y Villena. Los Condados de Benavente, Cabra y Lemos. Posteriormente, durante el reinado de Carlos V y de su hijo Felipe II, la dignidad de 'Grande de España' fue concedida a casi cuarenta títulos nobiliarios - conocidos como 'Grandes de Primera Clase'. En el siglo XVII, personalidades como el Conde-Duque de Olivares (1621) y el Conde de Oñate recibieron la dignidad de 'Grande de España'. Con la llegada de los Borbones a España, Felipe V otorgó la Grandeza de España a varios Pares de Francia que le ayudaron durante la Guerra de Sucesión. Desde entonces, los monarcas españoles han concedido la dignidad a destacadas personalidades de la nobleza y de la vida pública. En el siglo XIX dejó de hacerse la distinción entre los 'Grandes de Primera Clase' y el resto de los poseedores de la dignidad. Actualmente casi cuatrocientos títulos nobiliarios ostentan el tratamiento de 'Grandes de España', entre ellos, los nietos del Rey de España, hijos de los Infantes de España. Los Grandes de España, sus consortes e hijos primogénitos, tienen el tratamiento de 'Excelentísimos Señores'. El resto de los hijos reciben el tratamiento de 'Ilustrísimos Señores'. |
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