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Nobeles Economía |
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HOCES DURATÓN - ERMITA DE SAN FRUTOS |
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![]() Origina el Parque Natural de las Hoces del río Duratón. Sus afluentes son los ríos Hoz, Serrano, Caslilla y San Juan. Desemboca en la margen izquierda del río Duero, junto a Peñafiel (Valladolid), participando en la denominación de los vinos Ribera del Duero. |
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El Priorato de San Frutos, conocido como Ermita de San Frutos, son los restos de un antiguo conjunto monástico. Dentro del Parque Natural de las Hoces del río Duratón, al borde del acantilado, se levanta el conjunto monacal en uno de los meandros que forman las Hoces del río. Su excelente situación permite contemplar el cañón que forma el río Duratón y el remanso que se crea con el embalse de la cercana Presa de Burgomillodo. Destacar la observación de diferentes aves, en especial los buitres leonados, cuyas buitreras se observan en las paredes de las rocas. |
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La Ermita de San Frutos es una construcción románica (siglo XII), levantada sobre una construcción visigoda del siglo VII. La fundación de la Ermita se atribuye a San Frutos (642-715) y a sus dos hermanos, San Valentín y Santa Engracia, dedicados a la vida contemplativa. Posteriormente, el complejo monacal quedó completado con un Monasterio y un Cementerio. |
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Al Priorato de San Frutos se accede mediante un pequeño puente de piedra (1757) que salva una grieta 'La Cuchillada'. En el lado izquierdo de La Cuchillada, restos de una primitiva escalera tallada en la roca que servía para bajar al fondo del cañón.
Al pie del ábside de la Ermita se conservan varias tumbas antropomórficas de la Alta Edad Media, relacionadas con la conquista en el siglo X de Fernán González (primer conde independiente de Castilla), reutilizadas por los monjes del Priorato.
Entre el complejo monástico y el borde del acantilado se encuentra un pequeño Cementerio y a su lado, una pequeña construcción vacía, donde la tradición dice que reposaban los cuerpos de San Frutos y sus hermanos. |
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La Iglesia comenzó a construirse en 1093 sobre restos de construcciones romanas, siendo consagrada en 1100 por Bernardo de Sedirac 'Arzobispo de Toledo'. En el siglo XII se reformó el templo con tres nuevos ábsides semicirculares. El rey castellano-leonés Alfonso VII 'El Emperador' concedió un Fuero (18 de junio de 1126) para poblar el Monasterio de San Frutos, confirmando su anexión al Monasterio de Santo Domingo de Silos. A comienzos del siglo XVIII se levantó un retablo para el altar de San Frutos, trasladando allí sus reliquias. Poco después, se construyó una capilla nueva. Los monjes benedictinos abandonaron el complejo monástico en 1834 con la desamortización de Juan Álvarez Mendizábal. El abandono y un incendio en el siglo XIX llevaron a la ruina el complejo monástico. En junio de 1931 fue declarado Monumento Nacional. En el interior, nave de ocho metros de ancho con dobles arquerías ciegas a sus lados, levantadas sobre pequeñas columnas, cubiertas por bóveda de cañón en tres tramos y arco de triunfo rebajado, al fondo el ábside. La puerta de entrada en el lado norte, hay otra puerta secundaria que se encuentra tapiada, formada por tres arquivoltas (apoyadas en cimarios adornados con motivos vegetales en piletas lisas) y guardapolvo. El conjunto sobresale sobre el plano de la fachada donde luce una ventana con un arco de medio punto apoyado en columnillas con capiteles sin decoración. El guardapolvo ajedrezado y baquetón liso. Destacar una colección de catorce capiteles con ornamentación vegetal y escenas mitológicas. |
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